Cosmeticorexia: La Obsesión por el aspecto físico y nuestra denuncia
La presión social, constante bombardeo de imágenes de rostros y cuerpos perfectos en redes sociales, medios de comunicación y publicidad del sector socaban la autoestima y abren puertas a un sector poderoso y agresivo con el único propósito ¡Vender!
Filtros, la manipulación de imágenes y vídeos de felicidad impostada y en muchos casos incluso comprada nos hacen creer, que sin ello es imposible triunfar, nos infiltran incluso el propio concepto del éxito, no vaya a ser que tengamos nuestro propio.
Es una poderosa tela de araña y los más vulnerables son los adolescentes y bajando la edad de forma que asusta. Hoy no estamos escribiendo para cambiar este sistema que ha forjado su poder en los últimos años y ahora cae retroalimentado y acelerado cómo una bola de nieve.
Hoy estamos escribiendo para hablarte a ti. Sólo a ti que puedes romper las reglas, las tuyas.
Entró por la puerta, se llama Carla
Hoy nos pasó un caso que no difiere mucho de otros tantos, pero que por algún motivo nos hizo parar, la gota que colmó el vaso quizás. Y de las ganas de gritar ahogadas nacen estas líneas. Carla entra en nuestro centro de estética, tiene 16 años. Se llama Carla cómo podría llamarse Paula, Diana o Belén, tener 18 o 20 porque eso realmente da igual. Carla es guapísima, pero no lo sabe. Carla tiene 16 años y no se quiere. Carla piensa que necesita ser diferente.
Pregunta por nuestros tratamientos y notamos que queda algo decepcionada. No trabajamos tratamiento invasivo, no infiltramos ni modificamos, no tenemos lo que busca y casi se va. Casi porque no quisimos dejar pasar la oportunidad. Oportunidad de preguntar, de querer entender el porqué y para qué. Todo lo que nos contó se resume en que no se gusta, ni sus labios, ni sus ojos, ni el cuerpo y el pelo tampoco se salva.
Carla es vulnerable y todos tenemos la responsabilidad de sostenerla en vez de
aprovechar, Carla no es una clienta potencial, Carla es víctima. Por eso tan solo decirle a su mamá, que si cualquier Carla entra en byLaser solo le diremos lo que tanta duda de tus palabras por ser la que siempre le querrá…. Tan solo le diremos, que es preciosa tal como es.
Cosmeticorexia, adicción a la compra y uso de cosméticos
Se trata de una tendencia muy creciente y preocupante entre adolescentes y niñas a
edades cada vez más cortas. Vídeos, publicaciones, tutoriales de cosméticos y maquillaje inundan las redes sociales con un impacto brutal en esta generación llevando a la necesidad y la compra compulsiva de cosméticos. Lo que empieza por un simple juego de imitación puede llevar a un trastorno ya catalogado y requerir ayuda profesional.
El indudable daño dermatológico en la piel se agrava por el daño psicológico, distorsiona la autopercepción, socava la autoestima pudiendo terminar en depresión o ansiedad
Dismorfofobia, adicción a los procedimientos estéticos
Obsesión por la apariencia física aumenta los casos de una verdadera adicción a la cirugía estética y los procedimientos estéticos en general. Modelo de belleza irreal, inalcanzable que se normaliza en redes sociales y medios de comunicación, genera necesidades falsas, pone foco en nuestras imperfecciones y distorsiona nuestra percepción.
Persiguiendo una apariencia lo más parecida a nuestro propio filtro en aplicaciones, hemos normalizado procedimientos cómo las infiltraciones del ácido hialurónico y el bótox sin prestar atención a la salud mental que se resquebraja por el camino.
Muchas clínicas ofrecen asesoramiento psicológico anexo a la faceta estética, planteados inicialmente cómo apoyo en la toma de las decisiones, aunque a menudo muy lejos de disuadir, motivan la intervención.